¿Supuesto OVNI en el Canal de Panamá?

Extraido de: Más Allá de la Ciencia
¿Es posible filmar a corta distancia un impresionante objeto volador y no verlo? Eso fue lo que le ocurrió el pasado mes de junio a una ciudadana costarricense en pleno Canal de Panamá. Su cámara registró un enorme ovni situado a escasos metros, pero ni ella ni sus acompañantes vieron nada.

Uno de los argumentos más utilizados por los escépticos del fenómeno OVNI es la falta de fotografías o filmaciones de calidad que demuestren la existencia real de estos objetos, ya que en la mayoría de las ocasiones las imágenes que se captan no permiten apreciar con nitidez y detalle su estructura, al estar tomadas a una considerable distancia. La dificultad para obtener imágenes de calidad radica en la naturaleza escurridiza e impredecible del fenómeno, sobre cuyo comportamiento no hay parámetros claros. Además, lo normal es que en el momento del avistamiento los testigos no dispongan de cámaras fotográficas o de vídeos que permitan registrarlo con la nitidez que exige su posterior análisis. Por todo lo expuesto anteriormente, las imágenes de cierta calidad de ovnis han sido muy escasas a lo largo de los más de sesenta años que lleva investigándose el fenómeno. Actualmente, gracias a la proliferación de cámaras digitales independientes o incorporadas a los teléfonos móviles son cada vez más los testigos que logran registrar apariciones de ovnis en los lugares más insospechados y con el objeto algo más próximo.



Es lo que ha pasado en el caso de la filmación que analizamos en estas páginas. Fue tomada recientemente en el Canal de Panamá por una empresaria costarricense con la cámara de su teléfono móvil. En ella se aprecia, ubicado a una distancia muy corta de la testigo, la evolución de un enorme ovni sobre un barco estacionado en las esclusas de Gatún. Es el primer documento gráfico obtenido de este modo en el que se puede distinguir con detalle la estructura de un no identificado.

Rosa Iris, la testigo

Rosa Iris Chávez Porras es propietaria de una tienda de ropa femenina en la ciudad costarricense de San José y viaja regularmente a Panamá para adquirir nuevas mercancías para su negocio. El pasado 3 de junio realizó un viaje a este país con Marisol Cascante, una de sus empleadas, y María Fernanda, hija de esta última. Después de hacer sus compras, el sábado 14 de junio la empresaria decidió llevar a sus acompañantes a las esclusas de Gatún, uno de los enclaves de mayor atractivo turístico del Canal de Panamá. Llegaron al mirador turístico que se encuentra en este sitio a las 15.00 h., justo a tiempo para contemplar el cierre de las esclusas. En esos instantes un gran barco cargado con contenedores de la empresa automovilística KIA estaba a punto de ser movido por las poderosas locomotoras encargadas de halar a los navíos de una esclusa a otra. Rosa Iris sacó su teléfono móvil Nokia, modelo 61311, que lleva incorporada una cámara de 2 megapíxeles, y comenzó a grabar la escena. Dirigió el objetivo, con el zoom totalmente desplegado, hacia las aguas en las que reposaba el navío, situado a unos 75 m de distancia. Las esclusas, a punto de abrirse, estaban en un primer plano. De pronto, y sin saber por qué, la empresaria enfocó hacia el cielo ligeramente nublado que rodeaba el barco. Ahí sostuvo la imagen durante unos segundos. Después bajó el ángulo de visión nuevamente hacia las aguas de la esclusa. Durante unos segundos amplió la escena que tomaba la cámara en una especie de traveling rápido para registrar el lugar en el que se encontraban los demás turistas y finalmente dirigió la cámara hacia las aguas de la esclusa y el gran carguero de la KIA. En todo este tiempo ni ella ni sus dos acompañantes –ni tampoco los turistas que abarrotaban el lugar– vieron nada anormal. Después de realizar la grabación, Rosa Iris guardó el teléfono móvil y no volvió a revisar las grabaciones de este viaje hasta días después. Incluso, en un momento determinado, como la memoria de la cámara del aparato estaba casi llena, borró algunos de los vídeos filmados sin revisar previamente su contenido. Afortundamente, entre ellos no estaba el que había grabado durante su visita a las esclusas de Gatún.

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¿¿Mi opinión personal?? Un nuevo fraude. Parece un vídeo editado para poner luego el OVNI, cuyo movimiento suena a las películas de ciencia ficción donde se nota que hay ordenador metido. Y que casualidad... el OVNI, de un tamaño considerable, aparece cuando el móvil sube para dejar más campo libre al cielo... hace varios movimientos a una velocidad media y nadie lo ve.

¿¿Semejante tamaño delante de unas 15 o 20 personas y nadie es capaz de verlo?? ¿¿Que miraba Rosa Iris cuando grababa?? Porque ni siquiera la velocidad del objeto es tan alta para que pase desapercibido...